“Estamos como al principio. No sabemos qué pasó”, dice hermana de Rosa Gabriela a dos meses de su desaparición

“Estamos como al principio. No sabemos qué pasó”, dice hermana de Rosa Gabriela a dos meses de su desaparición

Aquel siete de diciembre de 2023 parecía un día normal. Pero no lo fue. Estaba lejos de serlo y las personas alrededor de la vida de Rosa Gabriela Reyes nunca se imaginarían que no sabrían más de ella.

La madrugada de ese jueves, hace ya dos meses, se convirtió en el último día que sus familiares, novio y amigos tuvieron contacto con la joven dominicana de 33 años, desaparecida en Pamplona, España.

Su hermana, Mariel Reyes, se cuestiona desde aquel momento una serie de preguntas que todavía no tienen contestación, y que la mantienen sumergida en una angustia que parece sin fin.

“¿Dónde está Gabriela? ¿Qué pasó con ella?», se pregunta una y otra vez Mariel, al igual que la comunidad dominicana que reside en esa ciudad española.

Al ser entrevistada por Amo Dominicana, la hermana de Gabriela reveló que a pesar del tiempo que ha pasado, y del trabajo de las autoridades, todavía no tienen ningún tipo de información sobre su paradero.

“Estamos como al principio. No sabemos qué pasó, si alguien se la llevó, nada”, exteriorizó con pesar.

El día de la desaparición

Al entrar en detalles sobre aquel día, contó que su hermana había decidido visitar un bar latino de su barrio para compartir con algunos amigos y conocidos.

Llegó en eso de las 11:00 de la noche y no fue hasta la 1:30 de la madrugada que decidió retirarse para ponerse rumbo a la casa de su novio, con quien había planificado la visita.

Las cámaras del bar la captaron en el lugar y, más adelante, saliendo del establecimiento. Pero sorprendentemente, esas fueron las últimas imágenes que se obtuvieron de ella.

Según cuenta el novio, quien brindó detalles a Mariel, él se encontraba en la casa esperando a Gabriela. Sin embargo, entre las horas de la noche, dijo que se quedó dormido y que al despertar había encontrado dos llamadas perdidas de su pareja.

Ahí quedó todo. Él contó que intento comunicarse rápidamente, pero que desde aquel momento su celular se mantuvo apagado.

Y así continuó el panorama. El novio, de origen dominicano, continuó sin tener señal alguna de Gabriela. Ante este escenario, decidió comunicarse con una prima para hablarle sobre la situación.

La hermana cuenta que, en eso de las 6:00 de la tarde, recibió la llamada que cambiaría una parte de su vida: no se sabía nada de Gabriela desde la madrugada de ese día.

La primera y única pista

En la madrugada del jueves, según habló su hermana, un indigente encontró el bolso de Rosa Gabriela cerca de un río de Pamplona, lo que desencadenó una búsqueda intensiva en toda la periferia del área.

Se encontró el bolso debajo de un árbol, conteniendo documentos personales de la joven madre.

A pesar de este hallazgo, no se ha tenido otra pista hasta el momento, pues las autoridades no han brindado información aunque sí precisan que se encuentran trabajando en la búsqueda de manera incansable.

Búsqueda en el Río Arga de Pamplona, tras dar con el bolso de Rosa Gabriela Reyes

Búsqueda en el Río Arga de Pamplona, tras dar con el bolso de Rosa Gabriela Reyes

Un momento esperado que no llegó

Al día de hoy, la hermana no entiende qué pudo haber sucedido. Reveló que su hermana estaba próximo a encontrarse con sus dos niños, quienes viven en Santo Domingo, y que tenía un año sin verlos.

“La verdad que yo no entiendo qué pudo haberle pasado. Mi hermana estaba muy contenta porque ella iba a estar con sus hijos ahora en febrero. Ella tenía un viaje programado para ir a estar con los niños tres meses”, indicó.

“Todos somos Gabriela”

Lo que la mantiene con fuerzas en esta lucha que parece sin fin, es el apoyo recibido por parte de las autoridades dominicanas en el extranjero y de la comunidad dominicana que reside en Pamplona.

Sostuvo que el cónsul general de República Dominicana en Madrid, Miguel Ángel Vásquez Peña, estuvo brindando apoyo y visitando la Policía Nacional de esa ciudad. Esta acción la mantiene más esperanzada, ya que no se siente desamparada en este crudo proceso.

Mientras tanto, Mariel exterioriza, una y otra vez, la necesidad de saber «dónde está su hermana, cómo está y qué pasó».

Tanto ella, como sus niños, familiares, amigos y toda la comunidad dominicana guardan la esperanza de que todo estará bien y que al final del camino, solo se trató de una pesadilla.

Consulado Dominicano en Madrid se hace eco de la desaparición de la dominicana Rosa Gabriela

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Escarlin Pozo

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