La antipolítica no es la vuelta

La antipolítica no es la vuelta

Lucy Díaz
La autora es dirigente del PLD, precandidata a diputada de Ultramar por la Circ. 3 (Europa).

lucyediazr@gmail.com

En el florido y variopinto lenguaje coloquial dominicano, cíclicamente entran vocablos nuevos o reciclados, que proceden de situaciones de la vida diaria, de la música o de sucesos extraordinarios.
Hace ya un tiempo que “se pegó” la palabra vuelta. ¿Quién no ha escuchado “la vuelta e’ por México”, que retrata la condición de desesperación de numerosos compatriotas tratando de llegar a Estados Unidos por el país de los Mariachis, ante el descalabro de la calidad de vida por el que atravesamos?
También se escucha con frecuencia el lapidario consejo “no coja esa vuelta” que advierte de no arriesgarse en algo seguramente peligroso, o simplemente en la propaganda política “la vuelta es con fulanito” o “perencejito es la vuelta”.
En el vocabulario del idioma castellano nos encontramos con la definición: movimiento de algo o alguien alrededor de un punto, o girando sobre sí misma, hasta invertir su posición inicial o hasta recobrarla de nuevo. En resumidas palabras, la vuelta es en sentido literal un retorno, un regreso.
Sea cual sea el uso que le demos a esta palabra, de seguro que en la encendida campaña electoral la seguiremos utilizando.
En los actuales tiempos de hiper conexión y mediaticidad exacerbada, vemos que la política hace uso de las nuevas tecnologías, de personajes y personalidades para atraer, persuadir, convencer, manipular, fidelizar o retener adeptos. No es de sorprenderse que el súper famoso populismo, más conocido y de moda que nunca, se siga difundiendo a gran escala y que haya ganado terreno en todas las clases sociales.
Justo en estos días nuestro pueblo está viviendo momentos angustiantes ante la agudización del conflicto con Haití por las aguas y/o el desvío del cauce de nuestro río Dajabón – Masacre, el cual irónicamente entra por escasos metros a dicho territorio, pero luego da una vuelta y regresa a su nación de origen.

El derroche de politiquería, demagogia, manipulación y populismo ante este tema es más que evidente, en donde el oficialismo promete, cede y regala para luego querer “jalar para atrás” y obtener réditos electorales, incluso tratando de embarrar a los antecesores con afirmaciones desvirtuadas… antipolítica a la enésima potencia.
iQué distinta, responsable y coherente es la postura institucional y nacionalista de Abel Martínez! quien siempre ha defendido nuestra soberanía con palabras firmes pero respetuosas ante prestigiosos foros internacionales.
Para la resolución de controversias se necesita de una clase dirigente capaz, experimentada y prudente, pero que no le tiemble el pulso al momento de exigir y reclamar justos derechos. Hoy es más urgente que nunca que la política regrese a jugar su noble papel, que es el de administrar eficientemente el Estado y velar por el progreso y la paz del pueblo, devolviéndole a la gente la confianza perdida para que se involucre plenamente en ella, como contrapeso que evite excesos y corrupción en el ejercicio del poder.

iEs por ello por lo que con fuerza y determinación quiero gritar a los cuatro vientos que la antipolítica NO es la vuelta!

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