Manuel Sheraton: El visionario que trajo el auténtico sabor dominicano a Madrid
«Mi hermana en la cocina, yo en la barra»: La fórmula del éxito de Manuel Sheraton
Madrid.– En el corazón de Madrid se encuentra un pedacito de República Dominicana que ha resistido el paso del tiempo. Manuel Antonio Vallejo Paulino, mejor conocido como Manuel Sheraton, llegó a España en 1991, es considerado el pionero de la gastronomía dominicana en la capital española, abriendo camino para los numerosos restaurantes caribeños que hoy adornan las calles madrileñas.
«Cuando yo vine aquí para nosotros comernos un sancocho o algo de comida dominicana, teníamos que ir a un barcito pequeño donde una dominicana vivía con un español. Era el único sitio en Madrid», recuerda Manuel sobre aquellos primeros años en España.
Su aventura gastronómica comenzó en 1994 con un pequeño local llamado «El Malecón». «Era un barcito pequeño, con un solo baño para hombres y mujeres», comenta entre risas. A finales de 1995, dio el gran salto al adquirir un local más amplio, transformándolo en el actual Restaurante Sheraton.
Restaurante Sheraton, pionero de la gastronomía dominicana en España
La clave del éxito fue convertirlo en un negocio familiar
«Estaba mi hermana ya. Ella cogió la cocina, yo cogí la barra y traje a mis sobrinas a trabajar conmigo», explica Manuel sobre la distribución de responsabilidades que permitió que el negocio prosperara rápidamente, al ser entrevistado por Frank Segura.
«Le dije a mi hermana: si nosotros metemos el chivo guisado, el picapollo, el arroz con habichuela y el moro de guandules, nosotros hemos triunfado porque aquí la gente no tiene dónde buscar un sancocho», recuerda sobre su estrategia gastronómica.
Para conseguir los ingredientes auténticos, Manuel no escatimaba esfuerzos. «Yo me iba hasta Guadalajara a comprar el chivo. La gente me decía que en España no había, pero yo sabía dónde encontrarlo», explica orgulloso, destacando su determinación para mantener sabores auténticos.
El éxito no tardó en llegar
«Esto se puso que yo trabajaba todos los días lleno. La gente tenía que hacer fila para entrar aquí», afirma con orgullo. Su clientela no se limitaba solo a dominicanos, sino que atraía a españoles y personas de diversas nacionalidades.
Actualmente, su negocio familiar continúa siendo un referente de la gastronomía dominicana en Madrid, habiendo inspirado la apertura de muchos otros establecimientos en la zona.
